El Club América tiene a talentosos jugadores que han mostrado cualidades suficientes para ganar un bicampeonato, no se les puede reclamar nada porque su rendimiento ha sido preponderante, a tal grado de figurar entre las posibles salidas con destino al viejo continente, tal como fueron los casos de Álvaro Fidalgo y Sebastián Cáceres, pero que sin embargo se mantienen dentro de la plantilla azulcrema.
Durante el cierre de torneo anterior se reportó que eran varios los jugadores que podían partir de la institución y no sólo por ir a Europa, sino también casos como Igor Lichnovsky que se iba a marchar por alto salario o Kevin Álvarez que querían vender por bajo rendimiento, caso similar al de Emilio Lara, pero nadie más se ha ido.
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Solamente Julián Quiñones se fue a Arabia Saudita, pero porque les llego una oferta imposible para rechazar y de hecho, hasta ahora no han podido cubrir su baja más que con Brian Rodríguez, quien dicho sea de paso, también sonaba para irse porque ya no quería seguir en la institución azulcrema.
¿Por qué es malo que América no pueda darle salida a sus jugadores?
En principio pareciera bueno mantener toda la base del bicampeonato, pero los que han expresado querer irse pueden sentirse frustrados, sin mencionar que no han podido aprovechar sus plazas de extranjeros para hacerse de un refuerzo importante que supla a Quiñones.
Dado lo anterior, se puede suponer que en América quieren que sus inversiones se reflejen en salidas que dejen buen dinero como Julián, pero a su vez eso impide concretar más negocios, marcando que tal vez la directiva simplemente cayó de nuevo cuenta en la incapacidad de completar operaciones.