El Club América superó a Pachuca y en las semifinales se encontró con Chivas, equipo al que ya eliminó este mismo semestre en Concachampions. Por lo mismo, los dirigidos por André Jardine llegaron como los grandes favoritos a pasar a la final, pero para ser favorito hay que demostrarlo en la cancha, y primero había que visitar el Estadio Akron, donde las Águilas se llevaron un empate que sirve bastante para la vuelta en el Estadio Azteca.
El partido comenzó con intensidad por parte de ambos equipos. Sin embargo, poco a poco el América empezó a priorizar la defensa, cediéndole el control del partido al rival. Esto parecía una apuesta arriesgada, pero Luis Ángel Malagón apareció en el primer tiempo para evitar el único ataque verdaderamente de peligro, cortando el ataque de Ricardo Marín, mandando el partido al descanso con más dudas que certezas para ambos equipos.
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La segunda mitad vio varios cambios que sorprendieron a propios y extraños. Si bien el primero ya se esperaba, con la salida de Javairo Dilrosun y la entrada de Julián Quiñones, después salieron Jonathan Dos Santos, Diego Valdés y Henry Martín, quienes hay que admitir que no tuvieron su mejor partido, para darle paso a Richard Sánchez, Brian Rodríguez y Salvador Reyes respectivamente. En esta segunda mitad, también sin muchas emociones, la jugada más clara la tuvo Diego Valdés, pero no pudo abrir el marcador, con lo que el partido quedó 0 - 0, con un marcador muy benéfico para el América, que con el empate pasaría a la final.
El arbitraje volvió a afectar al Club América
Si bien los antiamericanistas siempre se quejan de que el arbitraje beneficia al Club América, una vez más fuimos afectados por el mismo, cuando Ruben El Oso González impactó con una plancha a Brian Rodríguez, en una jugada que debió ser juzgada con tarjeta roja. Sin embargo, el silbante Óscar Mejía no fue ni al VAR a revisarla, donde hay que recordar que se encontraba Enrique Santander, demostrando una vez que es un mito que se beneficie a cuadro azulcrema.