André Jardine sorprendió a la afición del Club América cuando para los cuartos de final frente a Pachuca, tanto en ida como en vuelta, prefirió mandar a Julián Quiñones a la banca en lugar de Javairo Dilrosun, un movimiento inesperado pero que terminó por funcionar porque el de los Países Bajos mandó una asistencia en el primer enfrentamiento, mientras que el naturalizado entró de cambio y dio la diana del triunfo en el segundo partido.
Recordemos que Quiñones llegó como el gran refuerzo estelar durante el torneo anterior, tal fue la importancia de su llegada que su naturalización para ser convocado a la Selección Mexicana causó todavía más revuelo. Esto provocó que la afición se ilusionara con Julián, un elemento potente y veloz que ya sabe lo que es ser bicampeón, pero cuyo rendimiento hoy está lejos de su mejor versión.
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Si comparamos lo que Quiñones ha ofrecido a América con el trabajo de Dilrosun, claramente Julián es mejor, por eso llama la atención que pasara al banquillo. Lo anterior sería una decisión basada en que el número 33 de las Águilas está desconcentrado por pensar más en la posible salida que tendrá de Coapa antes de rendir adecuadamente en la liguilla de este torneo.
¿André Jardine puede recuperar a Quiñones a tiempo?
Hay que tomar en cuenta que en estos momentos no hay garantía de que América llegue a la final, pero pensando que así sea, el estratega tendría apenas 4 duelos para que Julián vuelva a ser determinante en el campo, una tarea complicada y sin mucho tiempo para mostrarse, pues en estos partidos no se puede arriesgar, aunque lo más seguro es que esto solo repercuta en que no sea titular pero sí entre de cambio.
La buena noticia es que Quiñones hizo el gol de la victoria en contra de los Tuzos, lo que seguramente puede ser un envión anímico para que el delantero adquiera nuevamente confianza, ya que basta con recordar que en la ida con Pachuca, era fácilmente detenido a pesar de ser corpulento y entrar fresco en la segunda mitad.
¿Julián Quiñones podría ser un histórico de América?
La situación de Quiñones resulta llamativa porque si se va de América, en apenas un año podría conseguir dos títulos consecutivos de Liga MX, algo que lo pone arriba en la historia de las Águilas pero con tan poco tiempo en la institución, su recuerdo sería fugaz, aunque eso sí, puede convertirse en una leyenda de la Liga MX si suma un par de bicampeonatos en México.