El 7 de agosto casi recién iniciado el torneo, se disputó la Jornada 3 en la que Santiago Naveda salió gravemente lesionado. En su partido del Club América ante el Puebla sufrió una caída dentro del área en la cual su tobillo izquierdo quedó doblado y fue aplastado por el peso de Emanuel Gularte, lo cual detuvo el encuentro y mandó al hospital al mediocampista.
Fue así como el futbolista azulcrema tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y ante su rehabilitación se esperaba que fueran cuatro meses los que se mantendría fuera de las canchas. Sin embargo, esta recuperación fue mucho mejor y habría trabajado con el equipo en días recientes, por lo que estaría listo para la Liguilla.
El canterano azulcrema está listo y tras dos meses después de su lesión se encuentra en el banquillo de Paulo Serafín con el conjunto Sub-20. Aunque no va de arranque la simple aparición del jugador mexicano indica que su recuperación ha sido muy buena y está antes de lo previsto por el equipo en el tema de su evolución.
La importancia del regreso de Naveda
Desde su lesión se ha criticado mucho el desempeño de Pedro Aquino, por lo que su vuelta representa una oportunidad para el equipo de hacer un posible ajuste en esa zona del terreno de juego. Además, Santiago Solari tendría un elemento más como cambio que le permite tener más velocidad en la cancha, especialmente en el cierre del torneo.