ERA EL MOMENTO DE LA VERDAD

¿Regresa la crisis? América pierde el Clásico Capitalino en casa y Jardine no sabe qué hacer

Las Águilas tuvieron la oportunidad para reafirmar que superaron su crisis de resultados en el Clásico Capitalino contra los Pumas

Clásico Capitalino.Clásico CapitalinoCréditos: Imago7
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Esta tarde se disputó el Clásico Capitalino en la cancha del Estadio Ciudad de los Deportes, en donde el Club América recibió a Pumas con los ánimos por los cielos después de imponerse en la Campeones Cup. Por su parte los felinos querían dar un golpe de autoridad y demostrar que sus últimas victorias en el campeonato no eran producto de la suerte. Para esto, André Jardine optó por mandar a un once inicial nunca antes visto.

El estratega azulcrema decidió mandar al campo a Luis Ángel Malagón en puerta, con una línea de 3 defensas conformada por Cristian Calderón, Néstor Araujo y Ramón Juárez, mientras que los carrileros eran Cristian Borja y Dagoberto Espinoza. La media cancha tuvo el ingreso de Alan Cervantes, Álvaro Fidalgo y Diego Valdés, concluyendo con una delantera de Rodrigo Aguirre y Víctor Dávila.

Si bien América comenzó con un buen toque de balón, no encontraba manera de aproximarse de manera precisa al campo rival, ya que el conjunto de los universitarios optó por apostar a la patadas y faltas para frenar el avance azulcrema. De esta manera, se ensució todo el primer tiempo, pero Pumas sorprendió a las Águilas con el primer tanto.

A los 18 minutos cayó el tanto de los auriazules, tras un momento en que la defensa trató de despejar un balón pero le permitieron a Pumas quedarse con el balón de frente al marco de Malagón, así que Pedro Quispe solo tuvo que definir al segundo poste de Luis Ángel y así ponerlos por encima en el electrónico.

Ante el gol, Jardine le recriminó a su defensa que tuvieran más calma y no reaccionaran con tal impulsividad como para regalar balones en la zona baja, pues además tenían superioridad numérica en la jugada y esos nervios le permitieron a Pumas encontrar un balón a modo para superar a América.

La realidad es que este gol le cayó muy mal a las Águilas, pues no volvieron a tener el control del juego, ya que Malagón fue figura al sacar un par de chances que pudieron ser el segundo y tercer gol. Cuando llegó el silbatazo final llegó, América por fin pudo tener calma, esperando que Jardine hiciera los cambios necesarios para que si equipo en verdad compitiera dignamente en la segunda mitad.

Para la segunda mitad, América salió al campo con un cambio que modificó todo el esquema táctico, pues se retiró del campo a Cristian Calderón para darle minutos a Brian Rodríguez, con lo que se abandonó la idea de tener una línea de 5 defensores y se apostó por el esquema habitual de las Águilas.

A pesar del cambio, las Águilas no tenían muchas chances de gol que fueran más allá de la posesión, aunque se le notaba más vertical a los locales, mientras que Pumas optó por su velocidad para contragolpear, especialmente en los pies de César Huerta. Sin embargo, los disparos de larga distancia empezaron a ser más frecuentes en la escuadra de América.

Sobre la hora de juego, Jardine no aguantó más y ejecutó otra modificación, esta vez Kevin Álvarez ingresó por Dagoberto Espinoza, así como Alejandro Zendejas tomó el lugar de Dávila que tampoco tuvo un buen partido a comparación de lo que expuso contra Atlas y Columbus Crew.

Hasta los 70 minutos fue que André decidió darle minutos de juego a Henry Martín y Richard Sánchez para que se emplearan en rematar y disparar de larga distancia respectivamente. Los sacrificados fueron Néstor Araujo y Rodrigo Aguirre, lo que probó que la delantera de recientes refuerzos que tanto exigía la afición no funciona realmente como se esperaba.

América se empezó a desesperar con cada minuto, era un hecho que con la lluvia debían explotar más los tiros de larga distancia, pero simplemente no encontraban el momento ante la defensa de Pumas que se aferraban a la mínima ventaja que sacaron tras no poder aprovechar más chances de gol.

Luego de las acciones y los cambios, el árbitro decidió añadir un total de 9 minutos, suficientes para que las Águilas igualaran el marcador, pero ante una acción donde el silbante no dejó sacar rápido, Richard reclamó airadamente y se ganó una tarjeta roja directa que evidenció la molestia de los azulcremas.

Si bien todavía se tuvo un tiro libre en las inmediaciones del área, América no fue capaz de empatar para evitar el ridículo de perder por segunda vez consecutiva el Clásico Capitalino.