América sigue sumergido en una crisis futbolística que parece no tener punto final y, de cara al duelo de este domingo contra Pachuca en el Estadio Azteca, el técnico Santiago Solari sabe que una derrota más en el Clausura 2022 puede ser el ‘clavo definitivo en su ataúd’ y la paciencia en las altas esferas ya es muy corta.
La tolerancia de la afición ya tampoco es holgada y debe haber un accionar solvente en el terreno de juego. En este contexto, los días de tensión en Coapa son abrumadores ante los malos resultados de la actualidad que se complementan con un 2021 donde no se ganó absolutamente nada, y en caso de empatar con los Tuzos y caer una semana después en el clásico en Ciudad Universitaria frente a Pumas, también la tumba del estratega argentino estaría cavada y no habría mañana.
El entrenador azulcrema percibe dos millones de dólares anuales con las Águilas y tiene contrato hasta enero del 2023; sin embargo, en las cláusulas se maneja también un cumplimiento de objetivos y la rescisión en este momento ya no representa una cifra tan estratosférica.
Por ello, el resurgimiento debe llegar ya y, pensando en esta batalla próxima, el cuerpo técnico de las Águilas pretende regresar nuevamente al sistema usual de línea de cuatro y desarrollarlo desde un inicio en busca de los tres puntos.
El pasado miércoles en Mazatlán la línea de cinco ya no dio los mejores dividendos y la defensiva tuvo actuación poco convincente con claras desatenciones en los dos goles en contra. La rectificación al ‘vapor’ tuvo que llegar en el mismo primer tiempo y el equipo ya no lució tan desequilibrado en el resto del encuentro, pero ya no pudo evitar su tercer descalabro de la campaña.
En la primer zona del campo, Jorge Sánchez está listo para arrancar por la lateral derecha y, a falta de un entrenamiento mañana a la víspera del partido en el Coloso de Santa Úrsula, Bruno Valdez, Jorge Meré y Chava Reyes complementarían la retaguardia. Santiago Naveda también se perfila para apoyar a sus compañeros en la contención.