El futbolista del Wolverhampton sigue viviendo momentos complicados, sobre todo ahora que regresó al equipo tras su lesión que lo dejó fuera cerca de 10 meses. La frustración que tiene el futbolista por marcar y ayudar al equipo a que puedan llegar los resultados está mermando mucho en la salud mental de Raúl Jiménez.
En su encuentro de este fin de semana, cayeron ante el recién ascendido Brentford, aún con la ventaja numérica en el campo. El mexicano tuvo oportunidades, pero lamentablemente no se concretaron, a eso se le sumó un intento de rabona que no salió y que fue blanco de las críticas, finalmente estuvo a punto de caer el gol tras un disparo de cabeza que se desvió.
Este último fue el detonante para que el delantero de los Wolves decidiera quitarse la banda que lo protege tras su lesión y la lanzara al terreno de juego. El jugador supuso que por el hecho de portar la cinta le impidió precisar de mejor manera el tiro hacia la portería, fue por ello que en su molestia la arrojó al césped y jugó así.
Seguramente esta situación tendrá repercusiones en el equipo, no tanto por la falla cometida, sino por la situación que puso en riesgo su salud. La idea de portar la banda es precisamente para el cuidado del futbolista ante algún golpe de gravedad, por lo que la inconsciencia que tuvo en esos momentos pudo haber salido peor.