Si hay un americanista en recientes años ha demostrado todo su talento, es sin duda Raúl Jiménez. A pesar de que su carrera se vio interrumpida por varios meses debido a la fractura de cráneo que sufrió, antes de ella se encontraba en el mejor nivel de su carrera, mismo que, por lo que hemos visto en los últimos partidos del Wolverhampton, lo recuperará muy pronto. Ahora, este sábado Jiménez cumple 10 años de su debut con el América, una década como jugador de Primera División.
Jiménez llegó a las Águilas teniendo 7 años. Allí, en Fuerzas Básicas, fue cinco veces campeón goleador, demostrando desde muy pequeño su gran talento. Esto llevaría a que Alfredo Tena, en cuanto tomó el mando del equipo como Director Técnico, lo llevara al Primer Equipo y empezara a trabajar más de cerca con él, para poco después lo debutarlo como titular en el Estadio Azteca en el partido contra Morelia.
El joven canterano rápidamente destacó, formando una dupla goleadora con Christian Chucho Benítez, siendo especialmente recordado su triplete contra Santos para remontarle un intenso partido en cuartos de final, además por supuesto de su forma magistral de cobrar los penales, llegando a registrar 38 goles con la camiseta azulcrema, mismos que lo llevarían a dar el salto al Atlético de Madrid.
En España no tuvo muchas oportunidades, por lo que cambió de aires y llegó al Benfica de Portugal. Ahí, si bien casi siempre entraba como revulsivo, demostró su capacidad y llegó una millonaria oferta por él de parte del futbol chino, misma que el propio Jiménez rechazaría, ya que tenía hambre de destacar en la élite del balompié, más que volverse millonario en una Liga de bajo nivel. Así, la apuesta le resultó de la mejor forma, pues volvió a ser buscado, esta vez por el Wolverhampton, donde se convertiría en un jugador histórico.
Ahora, solo queda esperar para ver cómo será el cierre de carrera de Jiménez, pues tanto con los Wolves como con la Selección Mexicana se ha convertido en el jugador clave al ataque, no solo anotando goles sino también generando juego y asistiendo a sus compañeros. Además, siempre podemos soñar con un posible regreso al América, para colgar los botines en el mismo lugar que lo vio nacer futbolísticamente, como un cierre épico a una de las mejores carreras en la historia para un futbolista mexicano.