El viernes 24 se disputó el cruce 2 de 2 entre Chivas y América, y fue la Femenil quien reafirmó lo que se suele comentar a menudo en cuanto a esencia del Clásico de Clásicos: “gana quien haga mejor provecho de las oportunidades y mate en cancha”
Las Águilas tuvieron el factor matón, marcaron el camino ante dos Rebaños (Varonil y Femenil) que llegaban de empates importantes, con rachas positivas y hasta cierto punto, con 'mejor paso' que América.
Sin adelantos a los datos que dan a los capitalinos el mérito, más allá de marcadores ventajosos, hay que resaltar aquellos objetivos mentales cumplidos: conexión entre jugadores, tranquilidad para plantearse y autoritarismo por la certeza de una ‘paternidad’ en el Estadio Akron.
Independiente de mostrar calidad de más en ataque, defensa y táctica, el Club América, textualmente, destacó en lo siguiente:
•Goleadores enaltecidos vs una línea rojiblanca debilitada
•Cambio de un elemento como Malagón vs irregularidades con Miguel Jiménez
•Concentración en ocupar los espacios de un Guadalajara desarmado
El cruce Femenil… una historia similar
Las emplumadas de Ángel Villacampa se lo propusieron, y bajo inspiración del cuadro Varonil, Andrea Pereira lo reiteró: “queremos intentar hacer lo mismo”.
Como punto extra, el Coloso de Santa Úrsula quedó de escenario para el partido vs Chivas Femenil de Patricio Alfaro.
Sin embargo, la semana fue pesada en Coapa: tras la salida indefinida de Scarlett Camberos, llegó la noticia de último momento en que se descartó a Sarah Luebbert para el Clásico y todo apuntaba para mal.
Contrario a las malas nuevas, en Guadalajara únicamente no contaban con presencia de su goleadora, Alicia Cervantes: mantenían racha invicta en todo el Clausura 2023.
Desglosado, sucedió una historia similar a la presenciada en el Estadio Akron… aunque con un marcador menos estruendoso: las Chivas de Pato arrancaron con potencia, tuvieron uno que otro disparo que generó tensión en el Azteca, pero fueron frenadas por ocasiones claves, donde las cremas clavaron al ángulo, prácticamente en cuestión de 5 minutos.
El mismo autoritarismo, confianza y conexión que demostraron los de Fernando Ortiz en La Perla Tapatía, se reflejó mediante una Katty Martínez destellante, un goleo como el de Sabrina y la frialdad de Pereira.
*Esta columna NO refleja el carácter del medio, es opinión de nuestra colaboradora.