Cuando Fernando Ortíz asumió el cargo de director técnico del Club América, se ganó la confianza de los aficionados gracias a que no solo tenía un equipo efectivo en puntos, pues eso ya lo había logrado Santiago Solari anteriormente, sino que fue bien visto que le permitió a sus jugadores enfocarse en atacar y ofender al rival, de tal manera que logró goleadas importantes que le permitieron ser un candidato sólido al título de la Liga MX. Sin embargo, en el presente Clausura 2023, el Tano parece haber olvidado que esa espectacularidad de su escuadra era vital.
Y es que en el último juego contra Atlas, los Azulcremas pasaron de estar dominando claramente con un sólido dos contra cero, a estar empatados y temer la posibilidad de que les dieran la vuelta en el marcador, a tal grado que, en lugar de ir a buscar los tres puntos sobre los minutos finales, Ortíz optó por ingresar tener en el campo a cuatro laterales nominales como Miguel Layún, Lusi Fuentes, Emilio Lara y Savador Reyes, dejando en el banquillo a otros delanteros como Roger Martínez, a quien ingresa cuando busca ganar.
Cerrar los partidos, el talón de alquiles del Club América
Tan solo el pasado 19 de febrero, durante una conferencia de prensa, el Tano dijo que a su escuadra le era complicado cerrar los juegos para ganarlos, pero se obtenían triunfos en los duelos más importantes. Eso estará por verse ahora que América se mida con los equipos más fuertes del campeonato como lo son Monterrey, Tigres, Pachuca y hasta las Chivas, pues cuando jugó con uno de los que están entre los primeros cuatro, Toluca, solo pudo empatar.