Anoche se vivió un momento sumamente duro para el americanismo, ya que caer de la manera en la que se cayó en la gran final de la Concachampions, ante un rival que hace no mucho nos había derrotado en otro partido de esta índole, fue algo muy doloroso. Por si fuera poco las formas del equipo dejaron muchísimo que desear, ya que no parecía que se estuviera disputando un título en la cancha del Estadio BBVA.
Hasta el momento no se puede negar que el trabajo del estratega argentino Santiago Solari ha sido ejemplar, se ha comportado como un caballero dentro y fuera de las canchas, además de que ha entregado estadísticas espectaculares. Su América es probablemente el más certero en números de las últimas décadas, pues su porcentaje de efectividad supera a cualquier otro equipo.
Lamentablemente también es cierto, que ha quedado muy a deber en los dos momentos más importantes de su mandato hasta ahora. En los cuartos de final del torneo pasado, en donde con una goleada en contra nos costó la eliminación contra Pachuca y la gran final de anoche contra Rayados, donde probablemente se vio a la peor versión de las Águilas de la historia en una final.
¿SOLARI MERECE UNA PLANTILLA MÁS COMPETITIVA?
Es un hecho que la plantilla que tiene Solari actualmente es muy limitada, el trabajo de la directiva ha quedado a deber bastante, ya que no le han cumplido las salidas y sobre todo los refuerso que ha pedido hasta ahora. La afición americanista en unanimidad pide la salida de Santiago Baños, debido a sus múltiples errores y decisiones cuestionables.
Sin embargo esta situación no justifica la pésima presentación que dieron las Águilas anoche, ya que con esta misma plantilla, se ha conseguido el liderato general a dos jornadas de terminar el torneo regular, además de que se tiene un porcentaje de efectividad extraordinario. Si bien no tenemos la plantilla con más calidad de la historia, tampoco era como para dar un encuentro tan triste como el que se dio en tierras regias.
La afición en términos generales sigue respaldando a Solari, se ha ganado el respeto y admiración con profesionalismo, pero también es cierto que aquí lo único que importa son los títulos. Santiago al final de cuentas aceptó trabajar con esta plantilla y bajo los términos de la actual directiva, por lo cual no quedará libre de lo que pueda pasar si suma otro fracaso en la Liguilla.