EL ADIÓS FORZADO

¿De quién es LA CULPA de la salida de Scarlett Camberos del Club América?

La anunciada salida de Scarlett Camberos del América Femenil dejó claro que en México hace falta mucho por crecer para evitar la violencia

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El día de hoy se dio a conocer que Scarlett Camberos, una de las mejores jugadoras del América Femenil, dejó de formar parte del equipo para convertirse en futbolista de Angel City, pues a pesar de que llegó a ser capitana del cuadro Águila, una referente e histórica de la institución, un tema extra cancha la llevó a salir no solo del equipo, sino del país. La originaria de Los Ángeles sufrió un fuerte acoso digital desde hace varios meses, pero cuando solicitó apoyo del equipo, no se le tomó suficiente importancia, hasta que todo escaló a un nivel en que la misma jugadora hizo saber su denuncia, pero las autoridades no actuaron de manera eficiente, exponiendo nuevamente la impunidad que existe en el país.

Fue hasta el hoy que la Liga MX Femenil se pronunció sobre el acoso que sufrió, a pesar de que el señalamiento fue hace un año. Buscar a un culpable es señalar directamente al delincuente que hackeo las redes sociales de la futbolista, pero es increíble que no hayan ocurrido acciones. Los comunicados de la Liga MX y el mismo América Femenil donde se expone apoyo, no sirven de nada si no se traducen en acciones. Las leyes contra la violencia digital todavía están muy lejos de ser prácticas, pues hasta que no ocurre algo grave, no se toma con seriedad.

Scarlett Camberos, una de tantas víctimas

Al final, esta historia apunta a que una increíble jugadora se fue de un equipo donde brillaba, se fue a otro país para continuar su carrera, pero el responsable, por lo pronto, está impune. Podemos criticar directamente la ineptitud de las autoridades gubernamentales, de la policía que no sabe tratar con estos temas, pero hasta que no cambiemos como sociedad, esto seguirá ocurriendo.

Según el INEGI, a lo largo del 2021, 9.7 millones de mujeres sufrieron ciber acoso. Evidentemente, no todas tienen la oportunidad de irse a vivir a otro país para gozar de un poco más de tranquilidad. Está claro que el caso de Scarlett no ha tenido un buen final, pero debería sumar a entender que el cambio debe ser desde erradicar la normalización del acoso, porque así cómo hoy nos indignamos por la salida de la jugadora, todos tenemos cola que nos pisen por darle me gusta o compartir un mensaje, un comentario o una publicación que dañó a alguien más.