El Club América está a punto de cerrar uno de los fichajes más impactantes de los últimos torneos: el del francés Alain Saint-Maximin, procedente del Fenerbahce de Turquía. Todo parece listo para que el habilidoso extremo llegue a Coapa como el nuevo refuerzo bomba de las Águilas, en un movimiento que ha despertado la ilusión de toda la afición azulcrema. Su llegada representa un salto de calidad internacional que pocos equipos en la Liga MX se pueden permitir, y su estilo eléctrico ya emociona a los seguidores del club.
El americanismo celebra por adelantado este movimiento, considerando que Saint-Maximin no solo tiene experiencia en ligas de élite como la Premier League, sino que también posee una técnica y explosividad capaces de marcar diferencia en cualquier cancha. Su fichaje está siendo visto como una declaración de poder por parte del conjunto de André Jardine, que quiere construir un equipo temible para competir en todos los frentes.
¿Cuál es el problema con el dopaje que tuvo Allan Saint-Maximin?
Sin embargo, hay un aspecto que muchos no están considerando. Durante su etapa más reciente en Turquía, Saint-Maximin tuvo serios roces con José Mourinho, actual técnico del Fenerbahce. La relación entre ambos se rompió por completo, y recientemente el jugador confesó en una entrevista para Marca España que en el club otomano incluso le sugirieron consumir sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento. Esta impactante declaración generó una gran polémica en medios turcos, pues evidenció tensiones internas y una posible presión indebida sobre el futbolista.
"En el Fenerbahçe intentaron doparme, pero había muchísimas cosas alrededor que eran muy complicadas"
Estas revelaciones también reflejan el fuerte carácter de Saint-Maximin, quien no tuvo reparo en alzar la voz ante situaciones que consideró inaceptables. Su personalidad puede ser un arma de doble filo: por un lado, demuestra integridad y firmeza, pero por otro, deja claro que no es un jugador fácil de manejar. En Coapa saben que están fichando a un talento único, pero también a un futbolista con un temperamento que exigirá liderazgo y equilibrio en el vestidor.