América Femenil es una de las escuadras que tiene la permanente consigna en la Liga MX Femenil por consagrarse como campeonas, sin importar que las demás plantillas se refuercen o tengan a futbolistas de talla internacional. La exigencia que caracteriza a la institución está presente en todas sus ramas, así que no pueden permitirse tener a representantes que no vayan de la mano con estas características.
Para la nueva temporada, América sorprendió a toda la fanaticada con la salida de jugadoras que parecían bien colocadas en la institución como referentes de las Águilas, quienes ya estaban afianzadas con la misma fanaticada para futuros torneos, tal fue el caso de Andrea Pereira, Katty Martínez y Aurélie Kaci, las tres con un recorrido importante en sus carreras.
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La partida de cada una de las azulcremas dejó dudas en la afición, pero al final se manejó la versión de que cada una tenía sus propios motivos. Sin embargo, parece ser que desde la directiva ya tenían la intención de dejarlas ir, puesto que luego de perder la final del torneo anterior, se les vio precisamente a ellas tres, haciendo bromas tranquilamente como si hubieran perdido cualquier encuentro.
¿Cómo fue la final que le costó tanto a América Femenil?
Recordemos que para aquella final, América Femenil tuvo que jugar primero en el Estadio Azteca, donde lograron una ventaja de un tanto que les permitió llegar tranquilas al Gigante de Acero. De hecho, lograron duplicar su ventaja sin mayor problema en la primera mitad, apuntando directamente al campeonato y a la alegría deportiva que tanto ansiaban como proyecto.
Sin embargo, sobre los 25 minutos, Rayadas hizo el tanto que les devolvió la vida, luego de un pase en donde la defensa se vio completamente superada y perdieron la marca para permitir el gol. Sobre los 97, Kaci provocó penal por mano y les empataron a la de Coapa, para luego arrebatarles el título desde la tanda de penales.
¿Es correcto deshacerse de jugadoras de América Femenil?
El discurso de América sobre la exigencia suele provocar que la afición se empodere, es una realidad que a nadie le debería dar gusto perder una final y si bien tampoco es motivo para que las jugadoras exploten de cólera, lo menos prudente es mostrarse ante las cámaras y afición como si nada hubiera pasado, por lo que al final se exhibió que en América no se permitirán esos comportamientos.