El Club América ha dado a grandes canteranos de la talla de Raúl Jiménez o Edson Álvarez, incluso en una menor medida Sebastián Córdova y Diego Lainez, jugadores que dejan en alto el nombre de la institución, pero en realidad son pocos los juveniles que destacan en las Águilas a ese nivel, pues la mayoría pasan a formar parte de otro club o simplemente cuelgan los botines ante las pocas chances en el primer equipo.
Lo anterior fue el caso del mediocampista Santiago Naveda, quien a inicios de la década parecía ser un referente absoluto para la nueva generación de América, pero partió con destino a Polonia aparentemente antes de tiempo, pues no logró destacar en el viejo continente y eso provocó que perdiera su lugar en la institución azulcrema, el cual no pudo recuperar una vez que retornó a territorio mexicano.
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Actualmente, la media cancha de América es de los mejores espacios que maneja el cuadro azulcrema, con Jonathan dos Santos como contención acompañado de Álvaro Fidalgo y Diego Valdés como los creativos en ofensiva, sin mencionar que en el banquillo de suplentes están Richard Sánchez y Erick Sánchez, quienes tienen una jerarquía mucho más grande que la de Santiago, así que lo más normal fue darle salida.
¿Qué sigue para Santiago Naveda?
Por el momento, América optó por deshacerse de Santiago porque simplemente sobraba en la plantilla, no se le necesitaba como un suplente o un cambio recurrente, así que el Club Santos Laguna se interesó en fichar al mediocampista que ahora podrá continuar su trayectoria en un conjunto donde tiene más chances de ser alineado de manera regular sin una competencia tan alta de por medio.
De esta manera, Naveda se marchó sin pena ni gloria de América para fichar por el conjunto de Torreón, en donde suelen terminar los talentos que no dan el ancho en Coapa, pues recordemos que ambas instituciones tienen una relación importante en lo que respecta a los intercambios de jugadores en cada mercado de fichajes.
¿Naveda se equivocó en partir a Europa?
Pareciera que la decisión que sentenció el paso de Santiago en América fue su partida a Europa, dado que en esa aventura no logró llamar la atención de ningún equipo europeo y para cuando retornó a México, América ya tenía más que cubierta su ausencia, a tal grado que nunca pudo seguirle el ritmo a los mediocampistas actuales. Lo anterior resalta y contrasta contra la popularizada idea de marcharse al viejo continente como sea cuando los jugadores son jóvenes.