La Copa de Campeones dela Concacaf finalizó ayer por la noche, con el Club Pachuca coronándose campeón del certamen por una goleada de 3 a cero en contra de Columbus Crew, un rival que claramente evidencia las carencias de sus sistema de juego y que pone en prueba una vez más que la verdadera final fue el juego de los Tuzos en conta del Club América que tuvo lugar en las semifinales.
Está claro que si las Águilas lograban sobreponerse a los de Hidalgo en semifinales, hubieran podido coronarse monarcas en Concachampions, a pesar de que Columbus alardeaba mucho de sus triunfos en contra de Tigres y Monterrey en las series anteriores. Sin embargo, existe otro factor que hizo ver más fácil esta final y no se está tomando muy en cuenta, la localía.
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Recordemos que en el nuevo formato del campeonato, ya no hay ida y vuelta para definir al campeón, pues anteriormente sí existían esos dos encuentros con gol de visitante como criterio de desempate. La localía se define por medio de una tabla de puntos, por lo que Pachuca tuvo esta ventaja y se consagró campeón ayer con un abultado marcador aprovechando el malestar en los jugadores de Columbus.
¿Qué pasó con los futbolistas de Columbus Crew?
No es secreto para nadie que desde que se dio a conocer la manera en que se disputaría la final, los futbolistas de Columbus Crew planearon una preparación especial, ya que tuvieron que adaptarse a la altura del estrado de Hidalgo para tratar de competir 90 minutos a tope. Sin embargo, los jugadores visitantes enfrentaron otro problema.
Los mismos elementos de Columbus Crew dejaron saber después del partido que se enfermaron del estomago la noche previa al partido, alrededor de 20 personas del equipo, lo que naturalmente generó problemas en su rendimiento general. Lo curioso es que no es la primera vez que existen estas quejas, a tal grado que hubo equipos como Toronto que trasladaron su propio alimento y agua.
¿Pachuca tomó una ventaja injusta contra Columbus Crew?
Por más que pareciera una serie de ventajas claras a favor de Pachuca, son exactamente las mismas que habría tenido América en caso de que se diera el juego en Ciudad de México, partiendo de que el sistema de competencia le da la ventaja total a los equipos que más partidos ganan y con más goles en el torneo, así que en todo caso, se premió el rendimiento y de eso no tiene culpa un club, sino el otro que no lo previó.