El Club América cuenta con uno de los atacantes que mejores resultados ha brindado en los últimos años dentro de la Liga MX, tal como resulta ser Julián Quiñones, elemento colombiano que consiguió darle resultados a la ofensiva de Atlas y que ahora busca ser referente de las Águilas. Tal es la calidad del jugador que fue invitado por Diego Cocca a formar parte de la Selección Mexicana, algo que sigue en pie a pesar de que el estratega ya no está al mando del Tricolor.
Esta situación provocó un debate sobre la pertinencia de contar con elementos no nacidos en México dentro de la Selección Nacional, pues pone en duda el talento local y plantea una solución dudosa a los pobres resultados que ha obtenido el representativo de balompié mexicano. Además de que otros analistas mencionan que si Quiñones es tan bueno, debería ir a jugar para su natal Colombia y no buscar una segunda opción al ver cerradas las puertas.
Según dio a conocer el periodista de Claro Sports, Alejandro Orvañanos, no hay nada asegurado sobre el futuro de Julián, pues aunque parecía completamente convencido de jugar para México, todavía no tiene su carta de naturalización, sin mencionar que aún podría ser convocado por Colombia si así lo determinan pertinente desde la dirección técnica del país sudamericano. Lo que sí es un hecho es que Quiñones quiere jugar la Copa del Mundo, algo asegurado con México.
Habrá que esperar a que se confirme lo de Quiñones a Colombia. Empezando por eso.
— Alejandro Orvañanos ??? (@ale_orvananos) August 15, 2023
Después, sé que su deseo es JUGAR EL MUNDIAL 2026, y sabe que de este lado lo tendría "asegurado".
Yo esperaría un poco en este tema… Eso sí, aún no tiene la carta de naturalización.
¿Julián Quiñones quiere jugar para México?
Anteriormente el propio Quiñones aseguró que quería representar a la Selección Mexicana porque llegó desde joven al país y aquí ha hecho toda su carrera profesional, pero también es importante mencionar que la mejor manera de probar su compromiso con el Tricolor, será rechazar por completo jugar para Colombia, algo a lo que no se le puede ni debe obligar pero que disiparía todas las dudas, sin mencionar que permitirá que las críticas en su contra cesen.