Fue a partir del duelo ante Tijuana cuando el Club América empezó a ver sus fortalezas a nivel ofensivo, las rotaciones que logró hacer Santiago Solari sirvieron para que el conjunto azulcrema encontrara una fórmula más concreta y de ahí hasta su partido ante Necaxa el equipo tuvo un buen funcionamiento.
Hasta esa fecha, las Águilas lograron conseguir el ocho anotaciones en tan sólo cuatro partidos, lo que hablaba también de un trabajo en el ataque. Justamente en el duelo ante los Rayos el equipo visitante consiguió 11 remates de los cuales siete de ellos fueron a portería, dejando una efectividad de 63.64%.
El problema viene después, ya que tanto en sus duelos de Liga MX como de Concachampions, con un equipo no tan distinto, Solari fue a la baja con su cuadro en tema de efectividad en remates hacia el arco. En el duelo de Octavos de Final de Ida ante el Olimpia, obtuvieron un 50% del porcentaje luego de sólo obtener 5 de los 10 que dieron en el partido.
De ahí enfrentó a Tigres, que de 11 disparos sólo cinco fueron hacia los tres palos; sin embargo lo acertado de esta ocasión es que tres de ellos consiguieron las anotaciones con las que el club obtuvo la victoria. Posteriormente, se midió de nueva cuenta con los hondureños en la vuelta que de 15 remates, sólo lograron cuatro en el objetivo, dándole una efectividad de sólo 26.67%.
Después de ello hubo un ligero repunte en las fechas 15 y 16 al enfrentarse ante Cruz Azul y Toluca, pero los resultados no lograron darles las victoria; en el primero se consiguió un empate y ante los Diablos la derrota, sólo pudieron logra 10 disparos y tres fueron a portería, por lo que por una mínima diferencia de su último duelo en Concachampions los mantuvo con una efectividad de 30% en ambos duelos.
Las ausencias de dos jugadores como Sebastián Córdova y Henry Martín podrían ser factor para que el equipo de Solari aún no logre hallar ese repunte que tuvo a mitad de temporada, ya que ahí el técnico comenzó a desenvolverse mejor en el torneo, pese a tener un desarrollo ya en el futbol mexicano, aún tiene una formación donde lo más importante es la constancia del conjunto y es donde se ha mantenido.