Aunque gran parte del americanismo no ve con malos ojos un posible regreso de Renato Ibarra al Nido, el dueño de las Águilas Emilio Azcárraga no le ha concedido el 'indulto' tras el suceso de violencia familiar que protagonizó en marzo del 2020 y ya se piensa en una nueva negociación para acomodarlo en otro equipo si es que Atlas no ejerce la opción de compra.
En los Rojinegros la situación económica no es fácil y todo indica que tendrán que pagar los 120 millones de pesos de 'castigo' al estar ubicados actualmente en la última posición de la tabla de cocientes. Esto complica que adquieran la carta del ecuatoriano a pesar de que la directiva azulcrema ya la redujo a 4 millones de dólares.
Ibarra llegó por un año a préstamo a la Perla Tapatía y este último torneo ha tenido más regularidad sumando nueve encuentros y una anotación. El tema de lesiones también no ha sido tan recurrente y el poder alargar la cesión no es mal visto en el conjunto de la Academia, aunque en América quieren liquidez, ya que siguen poniendo parte de su sueldo.
En el siguiente verano, en Coapa esperan recibir una oferta atractiva por el sudamericano, ya que tiene contrato hasta el 2023, y todavía sacarle jugo. Sólo regresaría para entrenar por separado mientras se le encuentra nuevo equipo si es que Atlas no ofrece una propuesta convincente.
En la vida personal, el comportamiento de Renato ha sido positivo después de poco más de un año que estuvo detenido en el Reclusorio Sur acusado de violencia familiar.
También ha cumplido al pie de la letra las indicaciones en la parte económica y ha dado la pensión mensual obligada a su pareja Lucely Chalá y sus hijos. Actualmente ya puede salir del país sin ninguna complicación.
