El América dejó un muy mal sabor de boca en la pretemporada, pues si bien logró superar la fase de grupos y llegar a las semifinales, el nivel de juego del equipo estuvo muy lejos del esperado, y ninguno de los tres Clásicos jugados pudo ganarse, con un insípido empate a cero con Pumas y dos derrotas con cuatro goles en contra con Cruz Azul y Chivas.

Si bien está claro que este era un torneo amistoso y de preparación antes del verdadero reto que es el Apertura 2020, para Miguel Herrera no existe presión por los resultados obtenidos, pues considera que han tenido pretemporadas peores, en especial considerando que los jugadores vienen de tres meses de inactividad. Además, señaló que el único que puede echarlo del equipo es Emilio Azcárraga, por lo que su responsabilidad es que el equipo juegue bien.
"No para nada (hay presión), hemos tenido pretemporadas no muy buenas porque a veces el equipo no está completo. Hoy veníamos de tres meses sin jugar, además de recuperar mucha gente que estuvo parada. Me ocupa que el equipo juegue bien, que gane. Porque el único que me puede echar es el dueño del club. Voy a intentar durar muchísimos años. Ya llevo cinco años dirigiendo al América con resultados, siempre llegando a semifinales, porque si ven los números, las estadísticas es lo que tiene que hablar."

Si algo había entendido Miguel Herrera era la presión y exigencia que hay en el América, un club obligado no a llegar a semifinales, sino a ser campeón de cada torneo que juegue, incluyendo los amistosos. Por lo tanto, esperemos que esta relajación no venga de su reciente renovación de contrato, y que se mantenga ese alto nivel de exigencia que debe tener el equipo.