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La rivalidad entre América y Chivas es una de las más intensas del mundo y sin duda la más fuerte del fútbol mexicano. Ambos equipos han sido testigos de verdaderas batallas en el terreno de juego, a veces de manera literal con partidos en los que llegó a haber un gran número de expulsados.Poco a poco esta rivalidad se ha vuelto algo más deportivo y menos violento, pero este domingo ocurrió algo que nadie se esperaba, cuando Miguel Ponce, capitán del Rebaño, le besó la mano a Oribe Peralta minutos antes de comenzar las acciones en el terreno de juego, algo impensable para este tipo de encuentros, por mucha amistad que haya entre los jugadores.
La explicación más probable de esto se debe a que Ponce le tiene un gran respeto a nuestro capitán, que comandó el ataque de la Selección Olímpica de 2012 que terminó ganando el oro, equipo en el que compartieron vestidor.Así, queda clara la gran jerarquía que tienen nuestros jugadores sobre los de otros equipos, pues si bien se busca siempre una competitividad sana, ninguno de nuestros jugadores caería tan bajo como para besarle la mano a otro, aún menos cuando se trata de un encuentro con tanta rivalidad.
La explicación más probable de esto se debe a que Ponce le tiene un gran respeto a nuestro capitán, que comandó el ataque de la Selección Olímpica de 2012 que terminó ganando el oro, equipo en el que compartieron vestidor.Así, queda clara la gran jerarquía que tienen nuestros jugadores sobre los de otros equipos, pues si bien se busca siempre una competitividad sana, ninguno de nuestros jugadores caería tan bajo como para besarle la mano a otro, aún menos cuando se trata de un encuentro con tanta rivalidad.