Pachuca se Adjudica Formación de Diego Laínez

Pachuca presume formación de Diego LaínezMuchas versiones rondan alrededor de la formación de Diego Laínez, medios aseguran que Pachucha fue el primer equipo que formo a Diego Laínez, sin embargo, el mismo padre del jugador ha declarado que Diego siempre eligió al América por encima de cualquier club.La controversia se desató en Twitter, tras la derrota de Pachuca ante América los tuzos subieron una foto del joven canterano con la indumentaria del equipo acompañado del texto “Dicen que para que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo”, en referencia al hecho que surgió de sus filas para posteriormente enrolarse con el Club América.

Dicen que para que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo. pic.twitter.com/lnJSJfN7XG

— Club Pachuca (@Tuzos) 5 de agosto de 2018

Su vida en el futbol comienza con dos héroes: Cuauhtémoc Blanco y Salvador Cabañas, con los que solía gritar goles en su casa. Una elección propia, entre tantos equipos.Posteriormente, sus padres relatan que Diego no le gustaban las fiestas de disfraces o cuentos, el era feliz con que le pusieran el uniforme del América.Posteriormente Diego fue invitado a un torneo con pachuca al cuál asistió pero posteriormente en su regreso el mismo jugador dijo que no quería quedarse en Pachuca pues su sueño era ser del América donde se encontraban sus ídolos.En una olimpiada, en Tamaulipas, Diego fue visto por Ángel Coca González, entonces visor del Pachuca. “Me lo quise llevar, pero no lo dejaron, porque estaba muy chiquito”, recuerda La Coca. “Aun así, lo traía a probarse. ‘Vamos a registrarlo’, les dije. Lo registré y nos invitaron a Corea, a competir en un torneo. Diego estuvo ahí. De regreso, nos dijo que no se quería quedar. Y se fue, su papá lo llevó al América. Pero cuando se enteró Andrés Fassi, ¡no me la acababa!”.Nadie pudo detenerlo. Diego quería jugar en el América, a pesar de los rumbos que empezaba a tomar con los Tuzos.A los 13 años, Diego llegó a la casa club del equipo americanista. Hizo pruebas y se quedó. Jesús Ramírez, entonces en las fuerzas básicas del club azulcrema, al cabo de cinco o diez minutos de juego, le preguntó su nombre. Chucho habló con su padres, les pidió dejarlo participar en un partido de su categoría y así se dio hasta gol metió.