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El América sufrió una terrible pérdida esta semana, de un elemento que formó para de sus mejores épocas. No hablamos de ningún jugador o directivo, sino de Don Melquiades Sánchez Orozco, la voz del Estadio Azteca durante 52 años.
La directiva sabe que Don Melquiades grabó su nombre con letras de oro en la historia del americanismo y por ello harán diversos homenajes en su memoria en los dos partidos restantes de fase regular. De momento ya hay un palco con su nombre y habrá moño negro en los encuentros ante Santos y Veracruz, aunque no se descartan otros homenajes, especialmente en el túnel número 30.Con esto queda demostrada una vez más la grandeza de nuestro club, la cual siempre se ve reflejada en las personas que dedicaron su vida al América, especialmente una que dedicó más de la mitad de su existencia a formar parte del misticismo del Estadio Azteca, el más grande y con mayor historia de México.
La directiva sabe que Don Melquiades grabó su nombre con letras de oro en la historia del americanismo y por ello harán diversos homenajes en su memoria en los dos partidos restantes de fase regular. De momento ya hay un palco con su nombre y habrá moño negro en los encuentros ante Santos y Veracruz, aunque no se descartan otros homenajes, especialmente en el túnel número 30.Con esto queda demostrada una vez más la grandeza de nuestro club, la cual siempre se ve reflejada en las personas que dedicaron su vida al América, especialmente una que dedicó más de la mitad de su existencia a formar parte del misticismo del Estadio Azteca, el más grande y con mayor historia de México.