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El América es comúnmente acusado injustamente de ser un equipo beneficiado por los árbitros y incluso que compra los campeonatos. Sin embargo, hubo una noche en que el robado fue precisamente el América, y de una manera descarada, lo que causó que se perdiera un título que prácticamente las Águilas tenían en las manos.Era el 5 de diciembre de 2007. América se enfrentaba al Arsenal de Sarandí, equipo Argentino. Las Águilas habían perdido 2-3 en el Estadio Azteca, y estaban obligadas a remontar en campo rival. Durante 83 minutos lo consiguieron, ganando 0-2 en el campo rival. Sin embargo, al 84, Arsenal venció la portería de Guillermo Ochoa, empatando el global 4-4.Lo normal hubiera sido disputar tiempos extras y penales, pero no fue así. Esa fue la primera y única final de la Sudamericana que se ganó por gol de visitante, pues ésta situación no estaba determinada en el reglamento, y se decidió a beneficio de los argentinos. Luego de eso, casualmente, la Conmebol determinó que no se podía ganar la final de esta manera.El problema no es el gol que lo anotaron al América, sino lo que pasó después: el balón no volvió a rodar, los recog balones no devolvían el esférico, los jugadores argentinos se quedaban en el piso, la banca del Sarandí estaba dentro del campo y pseudo aficionados entraban a la cancha como si fuera el patio de su casa bajo la mirada complaciente del arbitro, las autoridades de conmebol y el aplauso de los comentaristas argentinos que hacían alarde de cada artimaña de sus paisanos.https://www.youtube.com/watch?v=OlHBQFnnd_MEsa fue la primera y última final que se ganóPoco después México dejó de participar en la Copa Sudamericana, para quedarse solo con la participación con de la Copa Libertadores, a la cual se dejó de asistir el año pasado. Para nadie es un secreto que en los torneos de Conmebol se favorece a sus equipos, y para muestra un botón: en nuestra Confederación, el América es el máximo ganador con siete títulos. El más grande.